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La visita de un gato a la clínica veterinaria

Para la mayoría de los gatos, una visita veterinaria es una experiencia estresante. Sin embargo, hay mucho que podemos hacer para reducir el miedo y hacer lo más agradable posible la visita. Os contamos como.

Cómo elegir el transportín adecuado

Un transportín para gatos debe ser:

  • Lo suficientemente grande como para que su gato pueda ponerse de pie, girarse, así como sentarse o acostarse cómodamente.
  • Fácil de limpiar. El mimbre, la tela y el cartón pueden ser difíciles de limpiar. Lo ideal es que sea de plástico.
  • Seguro para que el gato no pueda escapar.
  • Utilizado por un solo gato. Si tienes más de un gato, cada gato debe tener su propio transportin.
  • Fácil para entrar y salir. Una puerta que se abre en la parte delantera puede permitir que su gato entre y salga voluntariamente del transportin y una tapa que se abre puede permitir sacar y meter con cuidado al gato.

Cómo acostumbrar al gato al transportín

Si únicamente utilizamos el transportin para la visita al veterinario, el gato lo relacionará con una situación estresante y puede que nos cueste mucho que entre en el, o directamente nos sea imposible.

  • Colocaremos una manta o cojín donde suela dormir el gato. Esto no solo le atraerá para que use el transportin como un lugar de descanso, sino que también hará que tenga un olor familiar y esto le haga estar tranquilo en el.
  • Colocaremos el transportin (con la puerta abierta o quitada) en una partetranquila y accesible del hogar para que el gato pueda meterse cuando lo desee.
  • Dejaremosjuguetes y golosinas en el transportin regularmente. Esto ayudará a que el gato vea el transportin como algo positivo y seguro.
  • Lo rociaremos con Feliway®. Es un análogo sintético de las feromonas de gato que se producen de manera natural y que son segregadas por las glándulas en las mejillas y la cara, que brindan mensajes de seguridad y familiaridad.

 

El viaje a la clínica veterinaria

Una vez hayamos conseguido meter al gato en el transportin, es el momento de acudir a la clínica. Es importante seguir los siguientes consejos para que el viaje sea lo menos estresante posible.

  • Nunca viajes con el gato suelto en el coche; utiliza siempre el transportin.
  • Cubre el transportin con un paño o una toalla durante el viaje para mantener la calma del gato.
  • Asegura el transportin en el coche en un espacio para los pies o en un asiento (con un cinturón de seguridad) para que no se pueda mover.
  • Mantén la calma y evita los ruidos fuertes.
  • Rocía el transportin con Feliway® al menos 15 minutos antes de poner a su gato en él.
  • Si tu gato entra en pánico al ver al transportin, mantén la calma. Envuelve al gato en una toalla / manta gruesa que huela familiar. Coloca el gato y la toalla en el transportin de forma rápida pero suave.Un transportin de apertura superior hace esto mucho más fácil.
  • Si vas a llevar más de un gato en el viaje,proporciona a cada gato su propio transportin . 
  • Si su gato tiene el hábito de hacer sus necesidades o vomita en el transportin,cúbrelo con un empapador debajo de la manta y lleva otra de recambio para la vuelta.

En la sala de espera

Este momento es importante, ya que en la sala de espera, puede encontrase con otros animales, gente desconocida, olores extraños y todo esto puede hacer que la exploración del gato sea imposible y que el animal lo recuerde como una experiencia traumática, dificultando así las próximas visitas. Para intentar que esto no suceda hay que tener en cuenta varios aspectos.

  • Tener una cita programada. Esto hará que el tiempo de espera sea lo mas reducido posible.
  • Intenta buscar una zona tranquila donde dejar al gato sin la posibilidad de que se encuentre con otros animales. (un estante en alto por ejemplo). Nunca dejar el transportin en el suelo.
  • Mantener el transportin del gato siempre cubierto para intentar que esté lo mas tranquilo posible.
  • NUNCA sacar al gato del transportin en una sala de espera. Esto puede causar fatales accidentes. Puede cruzarse con un perro, puede escapar si se abre la puerta, puede esconderse en algún rincón inalcanzable, etc.

Una vez finalizada la visita a la clínica veterinaria, debemos lavar muy bien el transportin con detergentes enzimáticos (ej: oxígeno activo). Los gatos cuando están asustados segregan “feromonas de alarma”. Si no lavamos el transportin entre una visita y otra, detectará ese olor y será complicado volverle a introducir en el, ya que no lo verá como un lugar seguro.

Es posible que aunque siguiendo todos estos consejos, no consigas que el gato entre al transportin por sus propios medios, o es posible, que al intentar hacerlo tu, se ponga nervioso e intente huir, pudiendo lesionarte y causándole demasiado estrés. Si es tu situación, consúltanos.